Sonata

Todo, todo esto es pura ficción.
Todo es simplemente literatura.
Tu escote peligroso, un acordeón.
Tus lunares, notas en la partitura.

Acaricio tu piel y entonces suena
un piano de sombras temblorosas.
Entiendo que el deseo es la arena
mojada en tus curvas majestuosas.

Entre tus piernas, un estruendo
de olas anuncia la derrota del amor,
la victoria del sexo a medianoche.

Mis branquias respiran tu perfume.
Mi lengua hace nudos en tus pezones.
Sigo húmedo y rendido, y no es reproche.