Tanqueray

Me gusta cuando mientes sin culpabilidad,
por costumbre o reflejo o en defensa propia.
Puedo darme cuenta cómo eres en realidad,
una mujer natural con muslos de magnolia.

Más divina y más especial de lo que creía.
Tu brillo anticipaba el deseo entre mis ojos.
¿Cómo podía escapar de tus labios rotos?
¿Cómo no endiosarte a mi pesar y todavía?

No puedo permanecer cautivo de mis ilusiones.
Tú siempre serás la reina de las contradicciones.

Yo soy apenas un alquimista de sublimaciones.
Tú seguirás siendo una sirena entre tiburones.

La vida continuará llena de pasión y de traiciones.
Hasta la verdad parecerá falsa en tus confesiones.