Haunted

Escucho las cadenas, los crujidos
en mi corazón abandonado.
Son tus fantasmas, los espectros
de tu cuerpo inolvidable.
No tengo miedo, es algo peor.
Es solamente el deseo enamorado
igual a un collar de agujas.
Es solamente el recuerdo feroz,
el vértigo de tu indiferencia.
Existes más allá de mí, perfecta
como el crimen de tu ausencia.
Intento que otros vicios exorcicen 
al demonio que imita tu sonrisa.
No puedo repetir tu nombre
sin que se azoten las ventanas
y la cama flote con tu olor
entre las sábanas.
Arde mi ansiedad entre las velas
de la iglesia que levanto 
cuando busco tu mirada.
No es el miedo, es la distancia 
la que mata de una manera atroz:
sin manos, sin sangre, sin esperanza.