1
Bendice siete veces al Diablo.
Maldice siete veces a Dios
y no pasa nada.
Rompe los espejos de tu casa.
Tira sudor o sal por la ventana
y no pasa nada.
Camina desnudo por la calle.
Viola a un niño o una mujer
y no pasa nada.
Destruye, no te detengas, mata.
Olvida tu condición humana
y no pasa nada.
Revienta a gritos.
Explota en sangre.
Muere poco a poco
y no pasa nada.
2
No pasa nada
porque todo pasa
y permanece
en la materia de las cosas,
en los poros de la piel,
en las manos, en los pies,
en el sexo que acaricias
a escondidas
bajo las sábanas.
3
No pasa nada:
los ahogados y los ciegos nunca vuelven a ver el sol,
el dolor de los condenados hace crecer las alas de los ángeles
así como la luna hace crecer las olas y el cabello recién cortado de las mujeres,
amanece el mar sobre los hombros de la que amo
y todo pasa:
mueren las golondrinas de noche y frío,
las rosas rojas cobran su cuota de ruiseñores,
y la soledad, esa soledad después de su presencia,
esa soledad tan natural, tan controlada,
me dice que no estoy solo
y todo pasa,
todo.