Que si das la sal en mano
al paisano que está enfrente
o si pasa un negro gato,
¡ya valió!, es mala suerte.
Que si estornudas está sancho
o el tercer frente
en la cama con tu amor,
¡qué mala suerte!
Y si la suerte fuera un duende
predecible y diera indicios,
menos gente con pesares
y más brujas por oficio.