Quisiera saber amarte de otra manera
pero no puedo, debo ser oscuro y parcial,
misterioso como el crepúsculo que hiere
tu rostro ajeno y mortal como un arcángel.
Quisiera perder tu boca después del beso
y no antes de probar tu sabor de sirena
marina y sexual, muda y terrible como el hambre.
Deseo mis manos vacías de ti y no de nada.
Estoy más solo ahora que nunca porque
no puedo, no debo amarte, y tu compañía
me ata, me muerde, me abandona.
Tu imagen atormenta mis fines de semana
similares al fin del mundo, tu nombre de cristal
no me salva, ni me alivian tus ojos.