Tan cerca y tan lejos como un ojo del otro.
Lado a lado tal vez, pero nunca de espaldas o de frente.
Líneas infinitas acercándose:
asíntotas quizás, encuentros tangenciales.
Me conformo con algunos sueños y secretos.
La cifra y el sonido de tu verdadero nombre.
Alegra mis noches la idea de que un día,
acaso al leer algo como esto, tú sonreíste.