Dejo el radio encendido en la casa sola
para que las paredes crean
que las habita alguien.
Mi soledad es vivir sin esperarte,
como si hubieras muerto.
Mientras camino en el parque
los árboles intentan hacerme
recordar tu nombre.
No saben que sólo soy para olvidarte,
eres lo que no tengo y no he perdido.
Porque no estás, ni has estado nunca,
guardo luto por ti, absurdamente.
Soy el viudo de un retrato vacío,
de una mujer que no existe.
Mi dolor es infinito,
porque sin venir,
te fuiste.