Reencuentro

Podría hablarte –una vez más– dulcemente.
Anidar en tu oído y cantar esas palabras que enamoran.
Podría intentar, inútilmente, recuperarte.
Decir aquello no dicho antes.
Aceptar que de algún modo oscuro,
a pesar de tu filo y tu peligro,
te quiero y necesito.

Pero, ¿para qué, con cuál motivo,
actuar como hacen los arrepentidos?
Debemos saber que ya no podemos amarnos limpiamente.
Estamos sucios de duda y de suspenso.
Nuestro cariño es imposible y perfecto
como los unicornios o el olvido.