Convivo con fantasmas y otros espectros.
Brindo con indiferencia y aburrimiento.
Esquivo las mentiras, hago experimentos.
Soy un necio con ideas y sin documentos.
A veces permito que el diablo me convenza
y creo que el olvido puede ser un salvavidas.
Me siento con más orgullo que vergüenza
si juego con mi dignidad a las escondidas.
Como todo, hasta el amor se desvanece.
Supongo que son caprichos del destino
los que me hacen caer en martes y trece.
A pesar de todo, recorro altivo el camino
aunque los calambres torturen a mi cuerpo.
Mi sangre azul es una máquina del tiempo.