Enfermo

Y sin embargo el cielo
durante el día deshaciéndose
como un dulce de amaranto,
y aquello indescifrable y muriendo
lleno de polvo y cubriéndose
de cruces y de cáncer y de cenizas.
Si sólo a veces y cantando,
si sólo a veces y contigo,
si sólo a veces la noche entrara
sin avisar, como un borracho
impertinente, como una nube
entera y seca y estrellada y súbita.
Y sin embargo los martillos
y el trabajo aunque no queramos
nadie se manifiestan a toda hora
y nos reclaman, mientras el vacío
continúa poblando las cosas
que lentamente se destruyen
y hablan, mientras leo solo toda la
desgracia que la religión promete
y no comprendo, y me siento triste
como una campana sorda que no se oye,
y me siento igual cuando te olvido
y no recuerdo nada, cuando no sé
tu nombre ni tu talla. Si fuera un mago
y tuviera la vida de una roca, si alcanzara
en altura a la encina o las gaviotas, si fuera
un tronco para disfrutar rodando el cuestabajo.
No sé si me entiendo o me entienden:
sucede que estoy enfermo y duermo.