Parabellum

Poco a poco voy juntando palabras.
En silencio, sigo afilando sus sílabas
hasta que son armas para mentir.

Entonces identifico las huellas,
el teatro de sombras, las prendas,
eso que la lujuria deja tras de sí.

Observo las evidencias sin celos.
Reconozco lo que ha pasado aquí.
Acepto que puedas gozar sin mí.

A veces, todavía, algunos recuerdos
juegan a los dados con mi corazón
y llego a creer que tal vez me querías.

Todavía, sueño cómo tu piel fue mía.
El amor es un péndulo de kriptonita.