Sólo quiero deshacer el mundo,
destruir las líneas temporales.
Probar aunque sea un segundo,
otra vez, tus senos inmortales.
En algún rincón del universo
algo nuestro no es imposible.
Somos al otro lado del espejo
dos amantes incorregibles.
Pienso que la distancia es sana,
pero mata poco a poco el alma.
Supongo que no es accidente
sentir que conozco desde antes
tu piel, que adentro de ti soy otro,
más que un enamorado de papel.