Quiero verte sin rastro de amor,
que mi mirada sea lasciva y pura
antes que sometida o enamorada.
Quiero que tu piel ciegue mis ojos
cuando recorren tu cuerpo esbelto,
persiguiendo la estela de tu olor;
la humedad austral de tu deseo
que moja a mis manos y la noche.
Soy torpe, aprendo tarde todo esto.
El camino más corto son tus caderas
y no tu corazón, la sangre descubre
lo que ocultan los sentimientos.