Si solamente tú,
si solamente aquí,
si solamente juntos
apagáramos esta noche con llamas,
esta noche herida en nosotros solos,
este lamento prolongado de velas desgarradas
y barcos destruidos hundiéndose sin remedio,
hasta dónde llegaremos
con estas ganas de muerte,
con esta pasión de esqueleto y de tumba,
con esta ira consumada de palomas
ardiendo en nuestros ojos solos,
hasta dónde llegaremos
abandonados y llorando lejos,
lejos, remotamente lejos y abandonados
cambiando en la distancia,
creciendo sin querer, sólo creciendo,
madurando con violencia
de huracanes repentinos en la costa rota
del corazón, del corazón herido
por este amor intacto en la sombra del tiempo.
Si solamente tú,
si solamente antes,
si solamente ahora
lo intentáramos como antes,
si solamente sanar
no doliera tanto, no gastara tanto,
cuántas veces podríamos recuperarnos,
rescatarnos de este silencio negro,
de esta soledad inútil porque no queremos
realmente seguir solos,
cuántas veces tendríamos para extrañarnos
sabiendo que estamos cerca,
a un par de abrazos, a un par de ojos,
qué pequeño sería el mundo con nosotros solos
conquistando, venciendo finalmente
a este monstruoso amor que quería matarnos,
a este dragón maldito que tantas veces
escupió azufre en nuestras manos,
qué horror podría asustarnos, malamada,
si estuviéramos juntos, heroicamente juntos
en nuestra lucha diaria por ser pareja.
Si solamente tú,
si solamente yo,
si solamente nosotros
volviéramos a encontrarnos,
acabaría este lamento largamente prolongado,
estas perversas ganas de morir crucificado.
Si solamente nosotros.