en las deshoras de estos desdías
de besos deslavados
cuando desciende a mis manos
el poder de tus ojos descifrados
campeona
cuando debieras estar dormida
descansando y prefieres
estar conmigo en las mayores
horas de la noche descubriendo
tu corazón de magia transparente
y cuarzo
cuando desarrolla poco a poco
el deseo en nosotros
su desolladora quemadura
como una crema de espinas
y de sangre desvenada y de cenizas
cuando este amor descerebrado
deja a un lado la filosofía
desaprende todo con tus labios
y despega azul veloz y luminoso
como un rayo
cuando ya no sepamos
ni cómo ni cuándo
en las deshoras de los desdías
que nos faltan
emperatriz de las almendras
quiero cumplas tu promesa
de llenarme cuerpo y alma
con tus besos desmedidos
desiguales
sin frontera
y sin fin