Salí a recorrer el mundo para olvidarme de ti,
evitando tu recuerdo en la distancia.
Tuve suerte. Conocí a otras mujeres
de las que también hubiera podido enamorarme.
Sin embargo, maldita seas,
yo seguía buscando la boca que repitiera tu sonrisa.
Devuélveme un futuro que sea posible sin tu mirada.
Quiero ser como tú, que nunca piensas
en mí porque no me quieres ni me desprecias.
A veces creo que es solamente el deseo despiadado.
A veces siento que es algo parecido al miedo o al amor.
Debo acostumbrarme a la ausencia,
a la indiferencia,
al arrogante vacío que me dejas.
Voy a vivir,
el vicio de tu piel no podrá vencerme.
Continuará en mi lengua el sabor de tu entrepierna.