Por fin lo logré, he regresado en el tiempo.
Ahora puedo seguir adelante o retroceder.
Elegir cuidadosamente mis movimientos
para no enamorarme otra vez de esa mujer.
Veo de nuevo su piel y siento el vértigo
de poseerla, de estar adentro de ella.
Como si el deseo fuera algo auténtico
y el amor la victoria entre sus piernas.
Caigo de nuevo pero ahora sé que sólo
he tocado sus caderas y no su corazón.
Ahora sé que no tengo oportunidad,
por eso entro en ella sin esperanza.
Hoy la pasión es apenas eso y nada más.
Algo que sangra y suda: una venganza.