Mecano

Con la espada de mi boca
partí en dos eso que creía
el eje de tu cuerpo, la copa
donde tibia nace la poesía.

No hay sabor más profundo,
ni obsesión más humana
que el rocío íntimo y nocturno
impregnado entre tus sábanas.

Si solamente un barco a Venus,
o bien, un condensador de flujo
pudieran existir para olvidarte.

Si tan sólo medio siglo fuera
la mitad de algo importante.
El tiempo del deseo es antes.